CAPÍTULO 20
La destrucción de Asiria es un símbolo de la destrucción de los inicuos a la Segunda Venida—Pocas personas quedarán después que el Señor venga de nuevo—El resto de los de Jacob volverán en ese día—Compárese con Isaías 10. Aproximadamente 559—545 a.C.
3 ¿Y qué haréis en el día de la avisitación, y en la desolación que vendrá de lejos? ¿A quién iréis para que os ayude? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria?
4 Sin mí se doblegarán ante los cautivos, y entre los muertos caerán. Con todo esto, no se ha mitigado su ira, sino que su mano aún está extendida.
6 Lo enviaré acontra una nación hipócrita, y contra el pueblo de mi ira le encargaré que se lleve los despojos, y arrebate la presa, y los pise como el lodo de las calles.
7 Aunque no es tal su designio, ni en su corazón lo piensa así; en su corazón sólo está el destruir y exterminar naciones no pocas.
10 Así como ami mano ha establecido los reinos de los ídolos, y cuyas imágenes grabadas han sobrepujado a las de Jerusalén y a las de Samaria,
13 Porque adice: Mediante el poder de mi mano he hecho estas cosas, y con mi sabiduría, pues soy prudente; y he quitado los confines de los pueblos, y les he saqueado sus tesoros y he derribado, como hombre valiente, a los habitantes;
14 y mi mano halló, cual nido, las riquezas del pueblo; y como se recogen los huevos abandonados, así recogí de toda la tierra; y no hubo quien moviese el ala, ni abriese la boca, ni piase.
16 Por tanto, el Señor, el Señor de los Ejércitos, enviará flaqueza entre sus robustos; y bajo asu gloria encenderá una llama, como llama de fuego.
17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, y quemarán y abrasarán en un día sus cardos y espinas;
18 y consumirán la gloria de su bosque y de su campo fructífero, aalma y cuerpo; y serán como el desfallecimiento de un abanderado.
22 Porque aunque tu pueblo Israel fuere como la arena del mar, sin embargo, un resto de él volverá; la aconsumación decretada brebosará en rectitud.
24 Por lo tanto, así dice el Señor Dios de los Ejércitos: Pueblo mío que moras en Sión, no temas al asirio. Con vara te herirá, y levantará su palo contra ti a la amanera de Egipto.
26 Y el Señor de los Ejércitos levantará un azote contra él, semejante a la matanza de aMadián en la peña de Horeb; y así como su vara fue sobre el mar, así la levantará él a la manera de Egipto.
32 Aún permanecerá él ese día en Nob; levantará su mano contra el monte de la hija de Sión, el collado de Jerusalén.
33 He aquí, el Señor, Jehová de los Ejércitos, desgajará la rama con terror; y serán talados los de agran estatura, y los altivos serán humillados.
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